- Laura Páez
Mujer de gastronomía
A Doña Pechi,
la primera mujer taquera que conocí (y la única hasta ahora).
Su especialidad eran los de suadero, pero a mi me gustaban “campechanos": suadero con longaniza. Recuerdo el sabor y la textura de la carne dorada, solía comerlos con todo, un poquito de limón y salsa verde con aguacate. Me gustaban también los platitos de colores y los cuadritos de papel de estraza pendiendo de un gancho, esperando que fueran arrancados para ser la base de los tacos.

Me gustaba cuando tenía suerte y alcanzaba algún banquito, podía recargar en mis piernas menudas el plato y descansar la botella de Boing de mango.
Después de comer nuestros tacos, solíamos esperar a que “bajara" la gente para poder platicar un rato con ella. Verla atender a sus clientes siempre me causó interés, su expresión era firme, aún así siempre tenía una sonrisa que dejaba asomar su hoyuelos en cada mejilla,
Doña Pechi era famosa y respetada en San Gregorio y también en los pueblos vecinos, la gente iba a buscarla desde otros pueblos, su pequeño puesto blanco solía tener personas aglomeradas esperando su turno.
Todos los días llevaba desde su casa, su puesto rodante, su inmenso comal, y todos los insumos que necesitaba. Al final de su jornada, regularmente de madrugada, había que lavar todo perfectamente, antes de volver a su casa.
De madrugada ella vivió muchas cosas, era una mujer de baja estatura, pero nunca se dejó amedrentar. Hubo algunos hombres que bajo el efecto de alguna sustancia, pensaban que insultarla, faltarle al respeto o querer comer sin tener que pagar, era una posibilidad, pero para ella, ese tipo de actitudes nunca fueron factibles; llegó a tener que defenderse con la chaira. Siempre supo como hacerse respetar, aún en ese mundo que sucede de madrugada y que suele ser hostil para las mujeres.
Fue una mujer valiente, autónoma; la vida la trató con dureza, pero ella aprendió a enfrentarla.
Hoy la recuerdo con nostalgia, me siento muy feliz de haberla conocido, de guardarla entre mis recuerdos, y atesorarla entre mis aprendizajes.
