- Texto y Foto: Mayra P. Cuautle.
ALIMENTACIÓN EN TOQUE DE QUEDA

Hace unas semanas varios países europeos decidieron reforzar las medidas de seguridad debido a la segunda ola de aumentos en casos de COVID. Francia, por ejemplo, decidió instaurar el toque de queda* a las ciudades que estuvieran consideradas en alerta máxima, es decir donde los casos superarán los 250 por cada 100,000 habitantes y hay más del 30% en servicios de reanimación. Esta medida comenzó en París y Marsella y conforme fue pasando el tiempo se instauró en Lyon, Montpellier y Toulouse, hasta llegar a casi la mitad del país. Consistía en que todos los ciudadanos (salvo casos excepcionales) de esas regiones permanecieran en sus casas desde las 9 pm hasta las 6 am del día siguiente, esto con el fin de “detener” las fiestas entre los jóvenes, pues se cree que son una de las causas que han provocado el aumento de los casos. A esto se le sumó el cierre obligatorio de todos los bares y la adopción de estos horarios por parte de los restaurantes.
Después de una semana, me pareció que esta medida provocó grandes cambios, algunos de ellos directamente ligados con la alimentación. Los dueños de diferentes establecimientos tuvieron que adoptar nuevas estrategias para sobrevivir durante esta temporada. Asimismo los habitantes modificaron ciertas prácticas alimentarias que tienen que ver sobre todo con el espacio y el tiempo de consumo. A continuación describo un poco de lo que observé en este tiempo sobre cómo el toque de queda ha modificado ciertas prácticas.

Alcohol
Para asegurarse de que las personas estuvieran en casa antes de las 9 pm, decidieron prohibir la venta de alcohol en las tiendas desde las 8 pm. Esto provocó que la gente optara por hacer un guardadito de alcohol en sus casas, y no tanto una modificación de horarios en sus hábitos de compra, pues acá la mayoría de los supermercados cierran antes de las 9. Por otro lado, una idea interesante pero sin comprobar, es que esta medida debió aumentar la venta en las “Épiceries de nuit”, pequeñas tiendas de abarrotes que abren de noche (entre 7pm - 3am) y son muy populares entre la población pues NO suelen vender alcohol (guiño, guiño) más allá del horario permitido. Eso sí, a un precio más elevado. Asimismo, se prohibió el consumo en la calle, sobre todo en los lugares públicos más concurridos, entre la 1 pm y las 6 am.
La reunión
Otro cambio observado fue el espacio de consumo del apéro. Éste representa un momento de sociabilización antes de la cena, y se acompaña de bebidas alcohólicas y pequeñas porciones de comida para picotear (aperitivo), por lo que suele realizarse en casa o en bares. Pero por la situación los bares están cerrados, lo que ha obligado a que se realice en los restaurantes y en formato de petit comité. Esto puede ser contraproducente para los dueños de los establecimientos, por un lado adoptan horarios más extendidos, que incluyan el apéro, por lo que tienen que contratar a alguien más o pagar horas extra a sus empleados. Por otro lado, los nuevos clientes ocupan una mesa durante un largo tiempo y sólo terminan consumiendo una o dos bebidas, cuando el restaurante podría beneficiarse de recibir a alguien que sí esté dispuesto a consumir alimentos.
Sociabilizar
Si tenías pensado celebrar algo en grande o salir con todos los amigos del trabajo, después de que se declaró el toque de queda, es necesario elegir muy bien con quién. La regla es que sólo
se puede estar con un máximo 6 personas, ya sea al exterior o al interior, algo muy bueno para los que son introvertidos. Los restaurantes no permiten que haya más de esta cantidad en una sola mesa y si así se desea se tienen que reservar 2, pero siempre deben mantenerse separadas. En casa, hay menos control, pero si por alguna razón llega la policía (generalmente cuando un vecino se queja porque hay mucho ruido) y descubren que hay más personas de las permitidas, te pueden multar. Tal vez esta decisión se tomó porque ya llega el invierto y las máquinas de raclette son en su mayoría para 6 personas, así ya existe un pretexto para no invitar gente.
La cena en casa
Comer fuera de casa siempre es un alivio, sobre todo después de salir del trabajo, porque no se tienen que hacer las compras previas, no se tiene que cocinar y lo mejor, no se tiene que lavar. El problema con el toque de queda es que si se desea hacer dentro de un establecimiento es necesario adoptarse a los nuevos horarios, un poco más temprano. Por ello, los restaurantes abrieron el servicio de cena desde las 6 pm (normalmente comienzan a las 7 pm) para terminarlo las 8:30 pm y que así las personas tuvieran tiempo de cenar tranquilamente y regresar a sus casas. Por otro lado, muchos otros han sido orientados, casi obligados para sobrevivir, a adoptar el modo de entrega a domicilio, a pesar de que los platillos que ofrecen no mantienen la misma calidad con este servicio. Este método está libre del toque de queda, por lo que la cocina de los restaurantes puede seguir recibiendo pedidos hasta más tarde.
Supermercado
Si de por sí ya era difícil encontrar un supermercado abierto más allá de las 8 de la noche, ahora es prácticamente imposible. Todos aquellos que estaban abiertos hasta las 10 pm o los pocos que estaban autorizados a abrir las 24 horas ya no están permitidos (salvo ciertas excepciones). Ahora uno tiene que planificar perfectamente su lista de insumos y surtirse entre las 8 am y las 8 pm. Si se te antojan unas papitas después de esta hora, mucha suerte. Lo único bueno con esta medida fue que muchos optaron por abrir el domingo, y aunque sea sólo medio día, ayuda bastante a alivianar el estrés por haber olvidado comprar algo.
Domingo sin descanso
Debido a todo lo anterior muchas tiendas y restaurantes han decidido comenzar a abrir en domingo, para mí una gran sorpresa porque de este lado, es catalogado como un día sagrado, dedicado al descanso. Normalmente muy pocas tiendas abren, y los restaurantes no ofrecen servicio, esto se debe a que tienen que pagar más a los empleados y al final no conviene. Con el toque de queda, al adoptar horarios más cortos de servicio y sin la misma cantidad de solicitudes en pedidos a domicilio, se optó por absorber este gasto para tener un poco más de ganancias o por lo menos no presentar pérdidas. Por un lado, está bien porque se agrega otro día para socializar fuera de casa, con los amigos; pero para los empleados puede llegar a ser contraproducente porque ya no tienen un día establecido dedicado al descanso, sino que va variando de acuerdo a la semana.
Aún es muy pronto para saber si estos cambios son momentáneos o se quedarán en el futuro aunque se levante la medida. Por el momento, es sorprendente ver cómo una ciudad cambia sus hábitos para vivir y sobrevivir, al tener menos horas de convivencia.

*Este artículo fue redactado al comienzo del toque de queda pero a partir del 30 de octubre se anunció un segundo confinamiento obligatorio en toda Francia.