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  • Texto y Foto: Mayra Pérez Cuautle

Viajar a través de la cocina

Recuerdo que hace algunos años como trabajo escolar tenía que hacer una conferencia sobre la gastronomía de Camboya, así como una degustación. Durante mi investigación encontré un canal de youtube donde un nativo grababa a su mamá haciendo las recetas cotidianas, del día a día. Este canal estaba lleno de recetas de sopas, platos fuertes, postres y para mi fortuna tenía subtítulos en inglés. En mi búsqueda, me quedé viendo varias recetas para ver cuál podía reproducir a más de 14 mil kilómetros de distancia con los mismos ingredientes o por lo menos similares. Al final decidí hacer los “kum nom”, una especie de “tamales dulces” hechos a base de harina de arroz glutinoso con leche de coco, rellenos de un caramelo con cacahuates troceados y ajonjolí. No sé si el sabor final haya sido como el de Camboya pero el resultado encantó a todos y ahora forma parte de mi repertorio.


Esta cuarentena volvió a mi mente ese recuerdo pues muchas fronteras estuvieron cerradas y fue imposible viajar. Al mismo tiempo, los restaurantes tuvieron que cerrar, dejándonos sin una amplia variedad de platillos. Esto me llevó a cuestionar los límites que actualmente existen para reproducir la cocina de otro país, pues a pesar de estar en el encierro, estoy segura que varios terminamos degustando platillos que no son meramente de la región. ¿Cómo es que terminamos haciendo un café coreano en casa? ¿De dónde lo aprendimos?


Algo que me parece sumamente interesante es la facilidad con la que uno puede acceder actualmente a las recetas de otras partes del mundo. Un claro ejemplo son todas aquellas que se pusieron de moda sin importar de dónde provenían. Uno de los primeros que puede observar, y por supuesto recrear, fue el Dalgona coffee, esa bebida coreana que sólo necesita cuatro ingredientes (café soluble, azúcar, agua y leche) y utiliza una técnica nada complicada. Podríamos decir muchas cosas sobre su éxito: la facilidad de encontrar los ingredientes, el hecho de que era entretenida y ayudaba a pasar el tiempo o la forma en que se divulgó (yo la conocí vía Instagram, pero también pude verla en Facebook y a pesar de no tener Tiktok, también ahí).


Tal vez no podemos viajar y no podemos salir de nuestras casas para degustar la cocina italiana, la japonesa o la hindú, pero eso no representa un límite. Con toda la información que existe actualmente gracias al internet, uno puede tener a un profesor de cocina guiándonos paso a paso a la distancia. El único pero que podríamos poner para reproducir una receta de otro país, es la disponibilidad de los ingredientes nativos, y eso se puede cuestionar, pues apelando a la nostalgia, se suelen abrir tiendas de productos especializados para satisfacer a una comunidad.


Y es así que: ¿Cuántos de ustedes reprodujeron una receta internacional en esta cuarentena? ¿De dónde obtuvieron la receta? ¿Les gustó? ¿La incluirían en su repertorio?

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