- Laura Páez; Video: Realización M Studio; Foto:
Nieves
Hay varias cosas que nos representan como mexicanos, el tequila y el mezcal han sido dos estandartes de la mexicanidad, particularmente de cara al turismo, pero los mexicanos a pie tenemos también otros símbolos de lo que nos gusta y representa. En las plazas de los pueblos, en los tianguis o a la orilla de las carreteras, al ver aquellos botes de madera pintados de colores, uno sabe de qué se trata. Podría decir que las nieves mexicanas son una de seña característica de estar caminando por las calles del México tradicional.
Sería difícil ubicar el origen exacto del método tradicional de la elaboración de nieves, lo cierto es que registros afirman que en tiempos prehispánicos había productores de “postres helados”, lo que en realidad era hielo saborizado con mieles, algo más parecido a los raspados. Sin embargo, los registros permiten determinar que la elaboración de nieves es una actividad histórica en los pueblos originarios ubicados al sur de la CDMX. Una de las expresiones más bellas de “lo mexicano”
Un vaso de nieve reúne distintas expresiones de la cultura mexicana: empecemos por la diversidad de los sabores. Hay que decir que lo sabores “tradicionales” son sabores de frutas de la estación, o productos básicos en la dieta mexicana: mamey, guanábana, nuez, por supuesto limón y fresa. Pero el ingenio mexicano ha ido añadiendo combinaciones de sabores que al escucharlas suenan poco apetitosas, sin embargo, al probarlos uno no puede más que sorprenderse gratamente: chongos zamoranos, pay de limón o de queso, pero también aguacate, nopal y hasta mole. En México el diablo sabe a chamoy y el beso de un ángel sabe a cerezas y piñón.
Pero un vaso de nieve contiene también el colorido de los botes y el trabajo de los artesanos que curten la madera del bote y de la pala con la que se elaborará la nieve. También contiene los años acumulados de historia y cultura que han ido construyendo la identidad de un pueblo; contiene las historias de familias enteras que se dedican a la elaboración de nieves, quienes lo han hecho durante varias generaciones.
En la ciudad de México, hay una gran feria que concentra a productores locales, sin embargo, no hace falta esperar a la feria para disfrutar de una nieve, uno puede disfrutar una de estas nieves en cualquier momento, incluso, desde la comodidad del automóvil.
A mi me gusta la nieve de chongos zamoranos, de tuna o de higo, pero...¿Y su nieve de qué la quieren?
Agradecemos a los productores tradicionales de los pueblos de San Gregorio Atlapulco, San Luis Tlalxialtemanco y Santiago Tulyehualco, en Xochimilco, CDMX.