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  • Texto: Os Ornelas; Foto: L. Velàzquez

Música y Fogón

¿Cómo poner en una sola idea dos cosas que parecen existir en planos distantes? ¿Es posible quizá, que estas dos cosas ronden los terrenos mutuos aún siendo cada uno por si mismo un pilar de la cultura humana?


Siempre he propuesto a la música como lo más sublime de todas las bellas artes. Y nada tiene que ver con dedicar parte de mi vida ello, simplemente es por excelencia la más accesible de las disciplinas artísticas consagradas. No hacen falta requisitos de carácter social, económico o cultural para vivirla y disfrutarla. Existen discusiones sobre la definición de la música, pero no es el purismo lo que sostiene esta reflexión, sino la cultura y la casi etérea vida que estas dos (música y fogón), inyectan sobre el ser humano y algunos opinan que incluso tienen efectos en el resto de la naturaleza. Así pues, ya sea en el transporte público, (como conductor o pasajero), caminando por las calles, conduciendo un auto deportivo, o una bicicleta, escucharás música de alguna forma. Intencionalmente o no, las melodías estarán presentes, aún cuando no conozcas el ritmo o la letra.

MÚSICA Y FOGÓN

Sin abundar más sobre la omnipresencia de una de las formas expresión más bellas, considero que la cocina y todas sus consecuencias comparten la misma naturaleza. Quizá las más grandes diferencias sean: lo perecedero de la segunda y la etiqueta de "Bello Arte" de la primera; pero de la misma forma está presente en todas partes, a todas horas, quizá es un desatino hablar de mi, pero no me equivoco al decir que mis caminos y mis días se viven en relación a la música que escucho y las cosas que cocino o como.


Por un lado la necesidad vital de alimentarse es algo que se trasplanta, para muchos de nosotros, a nuestra melomanía, a ese placer intrínseco de escuchar música. Aquellas sensaciones y formas en que la música nos impacta, logramos vivirlas en el arte culinario, cuando comemos o cocinamos. Sobre todo para los que hemos hecho de la cocina nuestra vida y por vida me refiero a toda ella, algunos recordaremos las canciones que cantaba la abuela al cocinar, o lo que sonaba cuando probamos algo por primera vez, y es que simplemente la fiesta, la de México, esa sólo existe si hay buena música pa' bailar, buena comida pa' mover el bigote y buen trago pa' beber.

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